En separaciones tras las cuales aparecen terceras personas, éstas suelen jugar papeles muy importantes en los aspectos legales en torno al derecho matrimonial. Es muy importante insertar correcta y coherentemente a dicha tercera persona al ámbito familiar ya que significa no solamente un cambio de pajera para los ya ex-cónyuges, sino que también quiere decir una manera distinta de vida a la cual se estaba acostumbrado anteriormente. Hay que tener el tacto adecuado porque los menores pueden padecer problemas si no se insertan como debe ser.
Un aspecto clave a tener en cuenta por parte del tercero es que tome el papel que debe ubicar, sin querer sustituir a la madre o al padre del o los niños. No debe dejar de lado que es solamente la pareja de uno de los padres y para poder tomar decisiones en la vida diaria tendrá que convivir como pareja con la otra persona o contraer matrimonio primero ya que así lo abala la ley, la cual dispone que el nuevo cónyuge cuente con tres factores que no puede obviar:
*Tiene derechos en la toma de decisiones en asuntos que confieren a la vida diaria siempre y cuando exista una convivencia o matrimonio de por medio.
*Estas facultades no quieren decir que tenga potestad parental ante los menores en cuestión.
*Cada una de las decisiones se debe tomar en torno al mayor beneficio del o los menores involucrados, por delante de cualquier otra situación.
Por eso, es muy importante estar al tanto de la importancia que juega el papel de una tercera persona en la vida de dos personas que se han separado y compartan hijos ya que modifica la vida de los mismos.