Como afrontar divorcio con hijos
El divorcio no es el fin de la
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La escena se repite con demasiada frecuencia. La hija de 9 años de Sandy espera ansiosa junto a la ventana, con las maletas hechas. Pero al cabo de 20 minutos, quizá una hora, se hace evidente que su padre no va a aparecer… de nuevo. Comienza a llorar. “¡No está aquí porque no me quiere!”, grita, y luego sube a su habitación dando un portazo.
“Me rompe el corazón verla tan herida”, dice Sandy. “No quiero hablar mal de su padre, pero tampoco puedo explicar sus acciones. Me siento impotente y luego me enfado. Cuando me enfrento a él y ella nos oye pelear, empeora una situación que ya es mala. No tengo ni idea de qué hacer”. Cuando un ex es poco fiable, puede ser frustrante y doloroso tanto para ti como para tus hijos. Sin embargo, hay formas sutiles en las que el progenitor que tiene la custodia puede decepcionar a los niños también, e incluso contribuir a la falta de compromiso del otro progenitor. Aunque no puede hacer que desaparezca el dolor de su hijo, sí puede ayudarle a sobrellevar las diversas decepciones que trae consigo el divorcio. Aquí tienes algunas sugerencias que debes tener en cuenta.
¿A qué edad afecta más el divorcio a un niño?
Edad de la escuela primaria (6-12) Esta es posiblemente la edad más difícil para que los niños se enfrenten a la separación o el divorcio de sus padres. Esto se debe a que son lo suficientemente mayores como para recordar los buenos momentos (o los buenos sentimientos) de cuando eran una familia unida.
¿Cuál es la forma habitual en que los padres pueden tratar a sus hijos tras una ruptura?
Ayudar a su hijo a lidiar con sus sentimientos
Entre las sugerencias para ayudar a su hijo a enfrentarse a la situación se encuentran las siguientes Anime a su hijo a hablar de sus sentimientos abiertamente y tan a menudo como quiera. Dígale que está bien tener una serie de sentimientos diferentes y sugiérale formas adecuadas de expresarlos.
Cómo ayudar a la hija durante el divorcio
En esta época difícil, tus hijos necesitan más que nunca estabilidad en su vida. Recuérdeles las personas y cosas en su vida de las que pueden depender, como su amor y preocupación por ellos.
El divorcio también puede suponer cambios en la forma de vivir de sus hijos, en su escolarización y en sus relaciones sociales. Demasiados cambios pueden ser perturbadores para sus hijos. Minimice los cambios en la medida de lo posible cuando decida su plan de copaternidad.
Incluso si el matrimonio termina, es prioritario mantener la paz con el otro progenitor. Ser buenos padres juntos también ayudará a sus hijos. Se ha demostrado que los niños están mejor cuando sus padres mantienen una relación de co-paternidad cooperativa después del divorcio. Cuando hay un conflicto continuo entre los padres, los niños suelen ser los que tienen que lidiar con el impacto perjudicial.
Los niños, especialmente los más pequeños, pueden necesitar que sus padres les acompañen en sus sentimientos. La mejor manera de ayudarles es escucharles y reconocer y validar sus sentimientos y experiencias.
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La mayoría de los niños sufren durante un breve periodo de tiempo tras el fin de un matrimonio, pero lo que agrava y prolonga su estrés y ansiedad es cuando se sienten divididos entre dos padres, afirma la investigadora en comunicación Tamara Afifi.
Los padres no siempre saben lo que piensan sus hijos porque, como este chico, se guardan sus sentimientos para sí mismos. Como resultado, van creyendo que todo está bien con su hijo cuando no es así. Los niños pueden reprimir sus emociones por varias razones: no quieren que sus padres se enfaden, no saben cómo expresarse o simplemente están demasiado absortos en su dolor. Después de hablar con ese chico, pensé: “Tengo que hacer algo diferente para mostrar a los padres cómo sus peleas están afectando al cuerpo de sus hijos”.
Como el divorcio es tan frecuente, mucha gente piensa que no afecta tanto a los niños. Hemos llegado a ver el divorcio como una parte normal de la vida, y eso es cierto: entre el 40 y el 50 por ciento de los matrimonios acaban en divorcio en Estados Unidos, por ejemplo. Pero el hecho de que el divorcio se produzca con frecuencia no significa que un niño no se sienta ansioso, triste o enfadado. Tenemos que reconocer que el divorcio es estresante para los niños.
Cuando mis padres s
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Y aunque todos los padres pueden tener muchas preocupaciones en su mente -desde el futuro de su situación de vida hasta la incertidumbre del acuerdo de custodia-, lo que más les preocupa es cómo afrontarán los hijos el divorcio.
La buena noticia es que los padres pueden tomar medidas para reducir los efectos psicológicos del divorcio en los niños. Unas cuantas estrategias de apoyo a los padres pueden ayudar mucho a los niños a adaptarse a los cambios provocados por el divorcio.
Pero muchos niños parecen recuperarse. Se acostumbran a los cambios en sus rutinas diarias y se sienten cómodos con su modo de vida. Otros, sin embargo, nunca parecen volver a la “normalidad”. Este pequeño porcentaje de niños puede experimentar problemas continuos -incluso de por vida- después del divorcio de sus padres.