Cuando el mal trabajador es tratado
Ejemplos de trato injusto en casa
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La mayoría de los jefes reconocen la importancia de la equidad y quieren actuar con justicia. Entonces, ¿por qué algunos actúan injustamente, aun reconociendo sus efectos corrosivos? Un nuevo estudio sugiere una explicación: muchos jefes están demasiado ocupados para ser justos. Más de 60 años de investigación demuestran que la imparcialidad no es una elección simple y singular, sino un conjunto complejo e integrado de decisiones y acciones. En otras palabras, actuar con justicia requiere tiempo y esfuerzo. Por eso, cuando los directivos tienen que hacer malabarismos con múltiples responsabilidades bajo intensas presiones de tiempo y trabajo, tratar a los empleados con justicia puede quedar relegado a un segundo plano frente a otras prioridades acuciantes. Tres estudios sobre directivos y estudiantes de empresariales corroboran esta hipótesis. También sugieren que las organizaciones pueden animar a los jefes a equilibrar las tareas laborales y el trato justo recompensando y celebrando a los directivos que actúan con justicia.
Los directivos justos pueden cosechar grandes dividendos. Numerosos estudios demuestran que los empleados que se sienten tratados con justicia rinden más, ayudan más a sus compañeros, están más comprometidos con su grupo de trabajo y con la organización y son menos propensos a robar o a ser groseros con los demás.
¿Qué es el trato injusto al trabajador?
Ejemplos de trato injusto en el lugar de trabajo
Pasar por alto a alguien para un ascenso sin motivo justificado. Hacer comentarios ofensivos, enviar correos electrónicos o publicar mensajes en las redes sociales a alguien o sobre alguien. Excusar esos comentarios en nombre de la “broma”. Dificultar la vida de alguien con críticas injustas y tareas serviles.
¿Cuáles son los signos de falta de respeto en el lugar de trabajo?
Estos son algunos ejemplos concretos de comportamiento irrespetuoso en el lugar de trabajo: Cotillear o mentir. Gritar o hablar en tono hostil. Decir palabras o frases inapropiadas.
¿Qué es un empleado tóxico?
Los empleados tóxicos suelen ser demasiado confiados, tienen actitudes egocéntricas y se saltan las normas. Tienden a no cooperar con los demás o a no respetar a sus compañeros de trabajo porque siempre miran por el número uno, lo que puede convertirlos en personas difíciles en el entorno laboral en el que más se necesita el trabajo en equipo.
Cuando un empleado falta al respeto a un directivo
Los directivos nunca quieren que se les acuse de tratar injustamente a los empleados. Y la mejor manera de garantizar la equidad es tratarlos a todos exactamente igual, ¿verdad? Pues no. He aquí algunas medidas que puede tomar para garantizar la equidad sin tratar a todos exactamente igual.
Para entenderlo mejor, piense en un momento de su carrera en el que su jefe instituyó un cambio de normas que afectó a todos los miembros de su equipo para solucionar un problema causado por una sola persona. O recuerde cómo se sintió cuando descubrió que todos sus compañeros recibían el mismo porcentaje de “aumento por méritos”, a pesar de las evidentes diferencias de rendimiento.
Este tipo de gestión general es, francamente, una pereza. Es propio de los malos gestores. Un buen jefe se tomará el tiempo necesario para conocer los puntos fuertes y débiles de cada miembro de su equipo. Entenderá lo que les motiva y cómo prefieren ser recompensados por un rendimiento excepcional. Se comunicará de forma que llegue a cada individuo y le ayude a conseguir resultados óptimos.
Esa atención individual y ese trato diferente, pero justo, son especialmente importantes cuando algunos miembros del equipo tienen horarios flexibles o trabajan a distancia. Las políticas que tienen mucho sentido para las personas que trabajan en una oficina pueden carecer de sentido para las que trabajan desde casa.
Señales de trato injusto en el trabajo
“Intentaba cancelar un contrato al que nos habían obligado y todo se convirtió en un calvario”, cuenta Caitlin, que vive en Oregón (Estados Unidos). “El representante me daba largas y no paraba de utilizar frases hechas, y no quería o no podía darme cita para hablar con un responsable. Me enfurecí tanto que le insulté”.
Sabía que, por su formación, el agente no podía colgarle el teléfono. “Me negué a que colgara el teléfono”, dice. “Fueron como dos o tres horas. Estaba muy furiosa. Desató algo en mí que no sabía que existía. Básicamente estaba utilizando a esta pobre persona como saco de boxeo”.
Lo admitamos o no, la mayoría de la gente ha tratado mal a un trabajador del servicio, al menos hasta cierto punto. Hemos dicho cosas de las que nos arrepentimos a un representante de atención al cliente, a un auxiliar de vuelo, a un cajero o a un camarero, normalmente por algo que no es culpa de esa persona o que no está bajo su control. Aunque la gente siempre ha descargado sus frustraciones con los trabajadores de los servicios, los datos muestran que estos actos han ido en aumento en los últimos años; una investigación del Instituto de Servicio al Cliente ha demostrado que más de la mitad de los empleados de cara al cliente informan de un aumento de los casos de abuso desde el inicio de la pandemia.
¿Qué es el trato injusto?
Cuando se dirige una empresa internacional con más de un millón de empleados, es comprensible que surjan problemas. Cuando se empieza a observar un patrón continuo, es hora de plantearse si los errores se pasan por alto a propósito o si está ocurriendo algo más. Un informe de investigación del New York Times ahondó en las acusaciones de que Amazon ha estado defraudando sistemáticamente a los trabajadores en sus nóminas.
A veces, sólo se necesita una pequeña voz para evocar el cambio. Tara Jones es una madre con un bebé. La trabajadora del almacén de Amazon en Oklahoma escribió una sentida nota a Jeff Bezos, entonces consejero delegado de Amazon, en la que afirmaba que le pagaban mal. Su cheque era 90 dólares inferior a lo que se suponía que debía recibir por su mes de trabajo. Le escribió al hombre más rico del mundo: “Estoy atrasada con las facturas, todo porque el equipo de pago se equivocó”. Jones suplicó emocionada: “Estoy llorando mientras escribo este correo”.
En el artículo de investigación, inspirado en parte por Jones, el New York Times afirmaba: “Durante al menos un año y medio -incluso durante periodos de beneficios récord- Amazon había estado defraudando a padres primerizos, pacientes con crisis médicas y otros trabajadores vulnerables de baja, según un informe confidencial sobre los hallazgos.”