Como recuperarse de un divorcio por infidelidad

Curarse solo después de una infidelidad

La mayoría de la gente está de acuerdo en que una aventura sexual cuenta como infidelidad, pero ¿qué pasa con el envío de un texto coqueto? ¿Y si tu pareja pide varios préstamos y adquiere una gran deuda sin tu conocimiento? ¿Mantener relaciones sexuales virtuales con alguien que no es tu pareja, conectar con un ex en las redes sociales o mantener un perfil de citas online aunque ya tengas una relación cuenta como traición? La respuesta depende de cómo definan la infidelidad las personas de la relación.

Un estudio reciente encargado por Deseret News encontró respuestas contradictorias cuando se encuestó a 1.000 personas sobre lo que constituye “engañar”. La mayoría de los encuestados (71%-76%) dijo que el contacto sexual físico con alguien ajeno a la relación siempre cumpliría el umbral de engaño. Sin embargo, una mayoría menor pensaba que mantener un perfil de citas online (63%) o enviar mensajes de coqueteo a otra persona (51%) debería considerarse siempre un engaño. Las líneas sobre si seguir a un ex en las redes sociales constituía una traición eran aún más ambiguas: el 16% dijo que era siempre un engaño, el 45% pensó que era a veces un engaño y el 39% respondió que nunca lo era.

¿Los infieles se sienten culpables después del divorcio?

¿Cómo afecta la infidelidad a los que se divorcian (es decir, la recuperación del divorcio) y cuáles son sus desafíos únicos? Esta semana me gustaría centrarme en las barreras específicas a las que se enfrenta el cónyuge traicionado y el equipaje que puede llevar a futuras relaciones.

Tras 26 años de matrimonio y tres hermosos hijos, Marta descubrió que su marido la engañaba con chicas más cercanas a la edad de sus hijos que a la suya. Su primera respuesta fue echarlo. No hubo ningún remordimiento por parte de él. Consideró que ella debía superarlo. Finalmente, le invitó a volver, prematuramente, según reconoce ahora, por el bien de los niños. Ni siquiera estaba segura de lo que tenía que perdonar dada su falta de revelación. El cambio no era algo que le interesara, de hecho el único cambio que consideraba necesario era por parte de ella; tenía que superarlo, animarse y ser más divertida. Finalmente, la falta de voluntad de su marido para comprometerse en una relación monógama la llevó al divorcio.

Esa dura realidad ya ha pasado hace 11 años, pero la curación no empezó hasta hace poco. Encargada de trazar el rumbo de su familia, ignoró su propia necesidad de restauración. En su mente, la supervivencia financiera y la crianza de los hijos eran las principales prioridades.

La vida después del divorcio: cómo la ven los infieles

“Está bien dejar ir a los que no supieron amarte. Los que no supieron hacerlo. Los que ni siquiera lo intentaron. Está bien superarlos, porque eso significa que llenaste el espacio vacío en ti con amor propio en su lugar. Los estás superando porque estás creciendo en ti. Y eso está más que bien, es algo que hay que celebrar”. ~Angelica Moone

Yo no era nadie. Era la niña que había perdido a su mamá y tenía problemas de control. Era la princesa que necesitaba ser rescatada por un príncipe. Y fui rescatada, llevada a otro estado, y amada y adorada por este maravilloso hombre con el que finalmente me casé.

Estuvimos juntos durante casi nueve años. Pero mi historial de trastornos alimentarios provocó una desconexión. Me obsesionaba la comida, el ejercicio y la más mínima interferencia en mi día perfectamente planificado. Ya no podíamos hablar el uno con el otro. Ya no podíamos conectar a nivel físico, espiritual o emocional.

Admito que los hechos siguen siendo confusos sobre cuándo empezó la aventura de mi marido, pero la verdad emocional es ésta: Me sentí cruda, expuesta, desgarrada por dentro. Mi corazón se rompió en pedazos y luego esos pedazos se rompieron en más pedazos.

Me arrepiento de haber engañado y divorciado a mi marido

La mayoría de los casos de infidelidad acaban en divorcio, ya que las partes sienten que no pueden continuar con una vida matrimonial llena de desconfianza y enfado. Superar a un marido infiel y pasar por un divorcio nunca es algo fácil.

Separarse de una persona con la que se ha convivido durante años puede ser extremadamente aterrador y difícil. El dolor de sobrellevar la infidelidad y el divorcio puede ser abrumador. Se siente un sentimiento de vergüenza y de desconcierto durante toda la vida de la pareja inocente.

Cuando se produce un divorcio, debe haber un punto de inflexión en el que la vida empieza a volver a la normalidad. Por lo tanto, es importante aceptar que seguir adelante es una opción difícil, y cuando se trata de una infidelidad, lo más probable es que sea lo mejor.

Aunque parezca imposible, hay una serie de cosas que te ayudarán a curarte del dolor de la infidelidad y a volver a ser fuerte. Caso Completo le va a dar varios consejos sobre cómo curarse tras la experiencia del divorcio y la infidelidad para recuperar la tranquilidad.